jueves, 31 de marzo de 2011

BALONKORF o KORFBALL

 El balonkorf posee un componente educativo muy importante, en tanto que supone equilibrar entre alumnos de distinto sexo sus ya diferenciadoras aptitudes físicas. Asimismo, tiene como elemento inherente a su práctica, el desarrollo de actitudes relacionadas con la co-educación y, como consecuencia de ello, acercar el concepto de participación en condiciones de igualdad.
    Este deporte de cooperación-oposición, también desarrolla el intercambio de roles y de actividades colectivas, así como situaciones que fomenten la elaboración del pensamiento táctico (Cumellas y González, 2000). Las particularidades del balonkorf implican un desarrollo del juego veloz y altamente cambiante, en la medida en el que existen restricciones reglamentarias que mejoran los movimientos específicos de los jugadores en el contexto específico de juego, como es la ausencia del bote para progresar y que, de alguna forma, hacen a este deporte diferente del resto.
    Si se hace referencia al componente no sexista que posee el balonkorf, se debe resaltar la excepcionalidad que supone éste en el conjunto global de los deportes colectivos, en donde destaca una notable diferenciación por sexos. No obstante y teniendo en consideración esta circunstancia, el reglamento del balonkorf recoge un aspecto elemental en el desarrollo del juego y es la se refiere a la imposibilidad de emparejamientos defensivos entre jugadores de distinto sexo.
    Con todo esto, se plantea un juego basado en la no diferenciación por sexos, con una elevada carga de situaciones técnicas y tácticas, propias de cualquier otro deporte colectivo.

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